sábado, 28 de junio de 2008

Quien Invento el Ascensor


Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
El año 1823, en Londres, Burton y Hormer construyen el llamado cuarto ascendente que tenía capacidad para elevar hasta 20 personas a una altura de 37 metros.
*En 1853, Elisha Graves Otis inventa los primeros frenos de emergencia para ascensores, lo cual le lleva a construir elevadores seguros, los cuales venían con un dispositivo de seguridad en caso que el cable de sujeción se rompiese.
*El 23 de marzo de 1857 Otis instala su primer elevador en New York.
*En 1996 la empresa finlandesa KONE crea el primer ascensor viable sin cuarto de máquinas.

domingo, 22 de junio de 2008

Ondas de radio

Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
En 1887, Enrique Hertz detectó por primera vez ondas de radio. Las había producido haciendo saltar chispas a través del aire que separaba dos perillas de cobre. La chispa producía alteraciones electromagnéticas, u ondas, que se propagaban como las ondas en el agua y producían un chisporroteo entre dos perillas de bronce que constituían los extremos de un anillo abierto colocado a una distancia de un metro, aproximadamente. Estas ondas se propagaban con la velocidad de la luz (300.000 Km/seg.) y eran de la misma naturaleza que las ondas luminosas, excepto que su longitud de onda era mucho mayor - alrededor de un metro - comparada con los pocos deszmilésimos de milímetro de longitud de onda de la luz visible. Las ondas de radio fueron posteriormente denominadas ondas hertzianas. La radio se ocupa de la producción de ondas hertzianas, su transmisión por el espacio y su detección en un receptor. Aunque Hertz en su famoso experimento descubrió los medios que luego harían posible las transmisiones radiales, no fue él quien inventó la radiotransmisión. El desarrollode la radio se extendió durante muchos años y se debió a otros tantos hombres, unos que sólo se interesaban por la faz matemática y principios físicos que habrían de respaldarla y otros que buscaban la faz práctica, tratando de mejorar los medios de transmisión y recepción. Ninguno de los primeros experimentadores sabía adónde los llevaría este invento, ni pudieron visualizar la tremenda importancia que la radio tendría luego como medio de comunicación. Veinticuatro años antes del descubrimiento de Hertz, Jaime Clerk Maxwell, profesor de física experimental en Cambridge, había demostrado mediante deducciones matemáticas exclusivamente y sin hacer ningún experimento, que las ondas electromagnéticas debían existir. Hertz era un científico puro y el objetivo de sus experiencias era comprobar las ideas de Maxwell.

viernes, 20 de junio de 2008

Caleidoscopio



Invención del caleidoscopio (del griego "bonita forma"): Primer juguete óptico del físico escocés David Brewster (1781-1868).
Cualquiera vio alguna vez un caleidoscopio. Ese objeto tubular similar a un telescopio pero en la mayoría de los casos sensiblemente más pequeño. Los hay de todas formas y colores. Sofisticados o sencillos. Las formas que atisbamos al otro lado, lejos de ser estrellas o planetas son caprichosas y caóticas. El diccionario de la Real Academia Española define el caleidoscopio como “un tubo ennegrecido interiormente, que encierra dos o tres espejos inclinados y en un extremo dos láminas de vidrio, entre las cuales hay varios objetos de forma irregular, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir volteando el tubo, a la vez que se mira por el extremo opuesto”

Fabricar un caleidoscopio artesanal es sencillo si se quiere hacer el intento. Se necesita un tubo del material que sea, preferiblemente resistente. Se le toma el diámetro y se lo divide en tres. Se le colocan tres espejos en su interior para reflejar los vidrios de colores molidos que se pondrán en una de las puntas. En una de ellas se coloca una tapa con un orificio que permita mirar y en la otra punta, dos tapas entre las cuales irán los vidrios de colores en trocitos. Estos pueden reemplazarse por mostacillas. Bastará girarlo para ver, cada vez, un abanico de imágenes diferentes.

jueves, 19 de junio de 2008

Blog de Apoyo. "LLAMADO A LA SOLIDARIDAD"

PEDIDO URGENTE Se necesita encontrar 3 familias donde se padezca la enfermedad FOP (fibrodisplasia osificante progresiva) Urgente: el único esfuerzo es que lo leas y lo pases, hoy por Maria Claudia y mañana por tí. Esto es muy importante, ayuden: por favor, no lo dejes pasar y retransmítelo a tus amigos. Tal vez podamos ayudar a esta niña; sólo necesitas reenviarlo a la mayor cantidad de gente que puedas Sólo dalo a conocer! Se necesita encontrar 3 familias donde se padezca este mal. No es cuestión de dinero. Contribuyamos a encontrar más enfermos con este mal, Es un caso real y es una niña que padece una rara enfermedad: FOP (fibrodisplasia osificante progresiva). Esta enfermedad no tiene cura y la idea es saber más sobre ella (nacen huesos en cualquier zona del cuerpo: músculos, tendones, etc. Y estos no son operables pues en la cicatriz crece uno más fuerte) Solo se pide divulgar este mensaje entre todos sus amigos porque se necesita ubicar a 3 familias para encontrar el gen exacto y así estudiarlo y hallar remedio para estas criaturas que tanto sufren, ya que los llegan a incapacitar y encajonar, ya que su cuerpo se va convirtiendo en huesos. MARÍA CLAUDIA actualmente es oxigeno dependiente y su caja toráxica no se desarrolla pero su órganos si, eso hace que el espacio sea cada vez mas pequeño y no le permite respirar. La semana pasada salió en un reportaje en canal 5 donde la han visto varios países) Les adjunto el mensaje que envió MARÍA CLAUDIA. Mensaje del angelito: Hola soy MARIA CLAUDIA: no mires mis ojos, mira mi corazón, que te dice que necesito mucho de vos; tengo una enfermedad que sus iniciales son FOP. Necesito encontrar tres familias que tengan esta enfermedad, para que se complete una cadena de 10 familias y puedan encontrar los genes que originan esta enfermedad y poder encontrar solución a esto.
Con cariño MARIA SHIRLY C. GUZZO CLAUDIA. (0261) 428 6764 MENDOZA-ARGENTINA Dra. Nora Martínez Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos. CIDCA - (CONICET-Universida d Nacional de La Plata) calle 47 y 116 La Plata (1900) - Argentina Te/Fax: 54-221-4249287/ 4254853/4890741

“Cada esfuerzo que el Ser realiza para enlazar amor y ayuda, refuerza la energía divina que su Dios le dio” (Abel Desestress)

domingo, 15 de junio de 2008

La cerradura de seguridad


Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
Yale (U.S.A. 1848)
El legado de Linus Yale. A lo largo de los siglos XVIII y XIX en Estados Unidos se patentaron unas tres mil cerraduras diferentes. La única perdurable fue la chapa de Linus Yale (padre e hijo, 1797-1858 y 1821-1868), un mecanismo que emplea un cilindro con pernos de diferentes tamaños. Para que el pasador gire, los pernos han de colocarse en una determinada posición gracias a una llave con las muescas adecuadas. Según las memorias de Linus Jr., se inspiraron “en una cerradura egipcia que se usó hace unos cuatro mil años. Funcionaba de la misma manera pero era mucho más grande. Medía 1.2 metros y estaba hecha de madera. La llave parecía un cepillo de dientes”.

Ese esquema dominó las chapas y llaves del siglo XX. Para aumentar la seguridad surgieron modelos sofisticados, como la llave tubular, la llave Zeiss con sus cuatro líneas de muescas dispuestas en cruz y la llave multipuntos, de lados rectos, con hendiduras en la superficie plana del cuerpo. Novedosas en su momento, no pasó mucho antes de que el hampa diseñara medios eficaces para violar las chapas respectivas

miércoles, 11 de junio de 2008

El Ajedrez


Origen

Conocido como el juego ciencia, el ajedrez es milenario. Sobre su origen existen numerosas leyendas. En el libro <> el autor Julio Ganzo nos cuenta que la tradición sitúa el nacimiento del ajedrez en la India, en el Imperio Pataliputa, durante el reinado de Asoka. El inventor del juego habría sido un brahmá de nombre Sissa, profesor del príncipe Sirham.

Naturalmente, aquel ajedrez creado por el brahmán para demostrar a su monarca que para vencer en una batalla, el Rey necesitaba de sus súbditos, poseía características bien distintas del juego que se practica hoy en día. Bautizada como Chaturanga (del sanscrito, que luego originaría el persa chatrang y el arabe ax-xatranj y finalmente el castellano ajedrez), era diputado por cuatro personas que utilizaban dados sobre un tablero de 64 casillas sin distinción de colores.

Las piezas eran un rey (similar al rey del ajedrez actual), un elefante, un caballo y un barco (alfil).

Cuenta la tradición que el ajedrez de la antigua Persia era muy parecido al que se practica en la actualidad.

Se utilizaba un tablero con 64 escaques (casillas) claras y oscuras, piezas llamadas rey, ministro, barco, caballo, elefante e infante.

Los Arabes aprendieron el arte del ajedrez en Persia y se convirtieron en los grandes divulgadores de este juego en los países que conquistaron, principalmente en España. Ellos usaban piezas negras y rojas, que tenían las mismas disposiciones del ajedrez actual. En sus viajes trajeron el juego al resto de Europa a través de España.

La Leyenda de Sissa

Durante años se ha hablado de una hermosa leyenda que relata cómo su personaje principal Sissa inventó el ajedrez. Tal vez, pero la leyenda es la siguiente:

...En tiempos remotos vivía en la India, en la apartada región de Taligana, un generoso rey llamado Iadava, quien había perdido en reciente batalla a su hijo el príncipe Adjamir.

La tristeza y la angustia invadió al rey sumiéndolo en un profundo estado de melancolía que le separó de la vida pública de su provincia; el rey no entendía cómo habiendo ganado la batalla, su hijo el príncipe debió perder la vida.

Sus ministros y cortesanos hicieron lo imposible para distraer a su Rey; bufones, balabaristas, adivinos y afamados músicos y bailarines desfilaron ante el acongojado Rey; todo sin resultado positivo.

Enterado de ello, un modesto joven llamado Sissa, del pueblo de Lahur, se dedicó a crear un juego tan interesante que pudiera distraerlo de sus múltiples pesares, le hiciera comprender los errores de su campaña y le abriera nuevamente el corazón a la alegría.

Presentado ante el atribulado soberano, Sissa precedió a abrir una caja en la que guardaba un hermoso tablero de 64 casillas, y un juego de piezas de madera tallada. Seguidamente explico a su Rey que se trababa simplemente de un juego en el que participaban dos personas, quienes tendrían a su disposición dos ejércitos; cada uno de ellos igualmente constituido por la infantería, constituida por ocho piezas pequeñas llamadas peones; dos elefantes (artillería pesada), dos caballos (caballería), dos visires (consejeros) y una Reina con su Rey.

Tan sencilla y clara fue la presentación que pocas horas después el Rey conocía ya las reglas básicas del invento de Sissa, el juego del Ajedrez y se animaba a invitar a sus ministros para jugar partidas donde estos pudieran exhibir su inteligencia y talento militar.

Estas primeras partidas fueron muy provechosas porque lo enseñaron sobre la necesidad de planificar las acciones, la de luchar permanentemente por el logro de los objetivos y de sacrificar en ocasiones cosas valiosas en pro del bienestar de la mayoría. Además aprendió sobre los errores cometidos en combate permitiéndole comprender la importancia de la muerte de su hijo, del príncipe Adjamir, en la victoria obtenida para la sobrevivencia del reino de Taligana.

Días después, muy entusiasmado el Rey Iadava comenzó a incorporarse a la vida pública, a atender los asuntos de estado y las necesidades de su pueblo.

Habiendo vuelto la alegría a la corte el Rey Iadava quiso premiar la imaginación a la inteligencia de su súbdito Sissa, habiendo recibido de su propio Rey ofertas de fortunas, tierras y poder, y luego de reflexionar largamente, Sissa le contestó que su único interés al inventar el juego del ajedrez era que la alegría volviera a la corte y al pueblo de Taligana.

lunes, 9 de junio de 2008

¿Qué hora es?


Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
La pregunta ¿qué hora es? parece un tanto simple. Hasta un niño de corta edad la sabe contestar. Pero no es tan fácil. A lo largo de la historia se han utilizado métodos muy variopintos para saber la hora. La referencia del tiempo ha estado ligada a fenómenos astronómicos como el día, mes y año. La medición del tiempo va unida a los progresos astronómicos y científicos. Para comprender los problemas que ha planteado la medición del tiempo, vamos a seguir los pasos de la historia, desde métodos ancestrales hasta los actuales.

Al contrario que la distancia o el peso, el tiempo es difícil de definir. Los filósofos lo han intentado con escaso éxito. San Agustín comentaba que sabía lo que era el tiempo pero no era capaz de explicarlo. Quizá la definición más famosa la dió Aristóteles : "el tiempo es el movimiento dividido en partes y medido". Es una buena definición pero no del tiempo sino de su medición y sus consecuencias. No vamos a entrar en otros tiempos como el tiempo meteorológico ni el tiempo psicológico. Nos centraremos el tiempo horario y su referencia astronómica.

La medida del tiempo más natural es el día. La sucesión de luz y oscuridad, de trabajo y descanso, de actividad y reposo ha marcado el ciclo vital de los seres vivos incluido el ser humanos. En la vida cotidiana el día es la referencia obligada. El segundo gran ciclo temporal es el año, con la sucesión de las estaciones: frío, cosechas, calor, lluvias. No es tan preciso psicológicamente como el día pero igual de trascendente. Otro ciclo de menor importancia estaría basado en la Luna, iluminando las noches. Origina el ciclo mensual y su derivada, las semanas. En base a la Luna o el Sol se crearon los calendarios, dejando siempre como punto de partida el día. Para ciertas actividades el día es muy largo. Se precisa dividirlo en unidades más pequeñas: turnos de vigilancia en los campamentos de los ejércitos, discursos en los juicios, saber si puedo volver a casa sin quedarme en el camino, etc.

Durante el día el método más obvio era mirar al Sol. Según su situación calculaban cuanto día había trascurrido y cuanto faltaba para su puesta. Por la noche se servían de las constelaciones. Por la posición de las estrellas deducían el tiempo que faltaba para la salida del sol (¡Atención¡: La polar no estaba en el polo norte y la osa menor que actualmente es como un reloj, no era de utilidad). Estos dos métodos fallaban cuando estaba nublado o llovía. La precisión era escasa sobre todo por la noche.

A lo largo de la historia se han utilizado muchos sistemas de medida del tiempo. Los más destacados han sido los relojes de Sol o cuadrantes, las clepsidras, y posteriormente los relojes de arena y las velas. Entrada la Edad Media se empezaron a construir los relojes mecánicos basados en el péndulo. No es hasta este siglo cuando aparecen los dos tipos de relojes más precisos: los relojes de cuarzo y los atómicos.

Mirar el sol es muy peligroso. Es mucho mejor mirar su sombra. Si ponemos un palo y marcamos el recorrido de la sombra tenemos un primitivo pero útil reloj solar. (Fig. 1) En la salida y puesta del sol es difícil tomar medidas, pues la sombra es muy alargada, hay obstáculos naturales como montañas o árboles: Es más fácil calcular cuando el sol está en lo más alto, y su sombra es más pequeña. Ese es el momento del "medio día" y sirve de patrón para el resto de las horas. Parece ser que los primeros relojes de sol se utilizaron en China 2.600 antes de Cristo (a.C.). En occidente lo utilizaron todas las grandes civilizaciones: los egipcios y babilonios XV siglos a.C., posteriormente los griegos, romanos, visigodos, ...
Nuestra división del día en horas se remonta a la época babilónica. Fue este pueblo el que comenzó a utilizar el sistema sexagesimal, dividiendo la esfera celeste en 360 grados y cada grado en 60 minutos. El día lo dividieron en 12 horas dobles: 12 horas de día-luz y 12 horas de noches. Eran horas temporales, es decir que el periodo de luz diurna lo dividían en 12 horas. Cuando los días son más largos, sus horas también. Y por la noche sucede lo mismo. Cada hora a su vez constaba de 60 minutos. Este sistema de horas temporales estuvo en vigor hasta que los relojes mecánicos fueron lo suficientemente precisos (siglo XIV) para cambiar a horas constantes. En Japón estuvieron presentes hasta el siglo XIX.

Resulta curioso que un sistema tan complejo para nosotros, con divisiones de 12, 60, 360... haya perdurado tanto. Actualmente solo contamos por docenas los huevos, las ostras, y poco más. Todo lo demás es en base 10. Pero es una forma natural de contar. Hay pueblos en oriente que todavía utilizan este sistema. La base es incierta pero parece que el fundamento es la mano. Los pueblo primitivos utilizaban los dedos para contar. Si únicamente utilizamos los dedos, llegamos hasta el 10. Pero hay otra forma de contar basada en el pulgar de la mano derecha y las falanges de los dedos de la mando derecha. Con el pulgar se puede señalar la falange proximal dedo meñique, falange medial dedo meñique, falange distal dedo meñique, falange proximal dedo anular, etc y contamos 12 unidades con la mano derecha. Cuando acabamos, utilizamos un dedo de la mano izquierda y volvemos a empezar. Podemos señalar perfectamente 60 unidades con las manos. Hay otras teorías pero esa es bastante convincente.
Las clepsidras o relojes de agua datan de los egipcios (Fig 2). Posteriormente lo utilizaban los griegos y romanos. Se usaban por la noche. Son vasijas de barro con una serie de marcas y un orificio por donde sale el agua a una velocidad determinada. Lo utilizaron los griegos para asignar el tiempo a los oradores en los tribunales. También se utilizó para marcar el tiempo de guardia de los soldados. Durante muchos años fue el sistema nocturno más preciso. La complicación y el refinamiento de las clepsidras llegó hasta límites insospechados: medían las horas temporales y por tanto debía tener distintos orificios y distintas señales horarias según el mes o día en que se encontraban. Otras veces se utilizaba un goteo continuo de agua sobre otra vasija que era la que tenías las marcas de las horas. La clepsidra tiene el inconveniente que conforme se vacía, la presión del líquido es menor y por tanto disminuye el flujo de salida. Otro gran inconveniente es que las noches frías se paraba por congelación del agua. En China se fabricó un complejo sistema en que el agua caía a una velocidad constante desde una altura de unos 6 m. moviendo una serie de ruedas dentadas que marcaban la hora.

Relojes de arena (Fig. 3) : Su origen es incierto, se dice que lo utilizaban los romanos mientras que otros opinan que lo inventó un monje francés en el siglo VIII. El mecanismo es de todos conocido: la gravedad hace caer arena desde un recipiente hermético a otro. Siempre tarda lo mismo en caer. Se construyeron conjuntos de relojes de arena que marcaban cuartos de hora, horas, 6 horas, etc. Incluso algunos que marcaban todo un día. El recipiente tiene que esta estanco, pues la humedad modifica mucho las propiedades y la precisión del sistema.
Velas: Se empezaron a utilizar en Inglaterra en el año 890. El método es fácil. Vela con una serie de marcas que se va consumiendo a lo largo de la noche. Además el reloj está iluminado. También se utilizó una varilla de incienso con una serie de pesas atadas regularmente. Conforme se quema el incienso las pesas caen sobre un tambor o gong y marcan las horas.

Durante la baja edad media la medición del tiempo estuvo dominada por la Iglesia y en concreto con la vida monacal. Se seguía utilizando el reloj de Sol como patrón de la medida del tiempo. El día se dividió en 7 horas canónicas. Los monjes tenían 7 momentos en la jornada, los siete momentos del oficio o los siete instantes de Dios divididas en horas mayores y menores. Horas canónicas mayores: maitines, laudes y vísperas. Las horas menores: prima, tercia, sexta y nona. De esta época nos quedan expresiones muy castizas como: el descanso que realizaban en la hora sexta (hora siesta), o bien cuando se retiraban a dormir a la hora nona, es decir "hacer nono" (os tengo que decir que esta expresión no la he encontrado en el diccionario de la R.A.E.L. ni en el diccionario Español-Inglés, pero a mi me enviaban a hacer nono de pequeño).

No solo se utilizaban las horas canónicas. Otro sistema de medida consistía en dividir el día en 4 partes o cuadrantes cada una de las cuales era de 6 horas. Cada hora se dividió en 4 puntos (15 minutos). Cada punto se dividió en 10 momentos (minuto y medio). Cada momento se dividía en 12 onzas (siete segundos y medio de nuestro reloj). Y cada onza a su vez constaba de 47 átomos. Los átomos duraban tan poco que no se podían dividir. Las campanas de las iglesias tocaban en cada transición de los cuadrantes de 6 horas.

A partir del siglo XIII en los monasterios italianos e ingleses se construyeron los primeros relojes mecánicos. Estaban destinados a hacer sonar las campanas de las torres de las iglesias. Los construían los herreros con hierro. Se les "daba cuerda" o bien se ponían pesas y funcionaban. Una especie de balancín regulaba el paso del tiempo, pero conforme iba gastándose la cuerda, funcionaba más despacio. Alcanzaron una precisión de 15-30 minutos al día. Se ajustaba diariamente al reloj solar. Eran relojes que no solo medían el tiempo sino que servían para el cálculo de eclipses, situación de los planetas, etc. Muchos de ellos tenían animaciones o efectos especiales como el canto de un gallo, figuras movibles, etc. (Fig. 4). Son los llamados relojes astronómicos que adornan algunas catedrales centroeuropeas como la de Praga o Munich.

En el siglo XIV fueron apareciendo varios sistemas horarios basados en las 24 horas. Diferían en el momento de comienzo del día. Las horas italianas comenzaban en el ocaso solar, las babilónicas en el orto solar, las horas astronómicas en el mediodía y a media noche, las horas francesas fraccionaban el día en dos periodos de 12 horas a partir de medianoche.

En el siglo XV se perfeccionan los relojes. Se introduce la manecilla que marca la horas y se miniaturizan hasta el punto que se pueden trasportar. La hazaña la realizó un herrero alemán en 1505 llamado Peter Henlein y sus relojes se llamaron "relojes de saco" o "huevos de Nürenberg" por la forma y la localidad de construcción. Se llevaban en un saco y tenían una autonomía de 40 horas. La precisión era muy escasa. La legislación calvinista de la ciudad de Ginebra impedía a sus orfebres realizar "cruces, cálices y otros instrumentos" por lo que decidieron dedicarse a la creación de cajas para el mecanismo de los relojes. De ahí proviene la industria relojera suiza.

La gran revolución relojera la realizó un tal Christian Huygens (¿os suena?). Se basó en el péndulo. El péndulo es un sistema mecánico muy sencillo que bate con una frecuencia constante. Esta constancia la utilizó para servir de referencia a los relojes. Christian Huygens inventó el reloj de péndulo en 1657, alcanzando una exactitud de 1 minuto por semana. Fueron los primeros relojes capaces de contar los segundos. La energía de funcionamiento la proporcionaban unas pesas y el péndulo dejaba escapar un diente de una rueda cada vez que batía. Su invento se popularizó y por entonces apareció la segunda manecilla de los relojes que contaba los minutos. Queda establecido que los días tienen 24 horas, cada hora 60 minutos y cada minuto 60 segundos o sea que el día tiene 86400 segundos. Se acaban definitivamente las horas temporales y se hacen fijas, de la misma duración, independientemente de las horas de luz y de noche. La palabra minuto tiene su origen en el latín "prima minuta", la primera división pequeña, segundo viene de "secunda minuta", la segunda división pequeña.

A finales del siglo XVII se popularizaron los relojes de bolsillo llamados "cebollas". La energía de funcionamiento la proporcionaba un muelle-espiral. Para evitar el desgaste de los engranajes, Nicolas Faccio en 1704 utilizó rubies y zafiros, disminuyendo los errores por frotación y desgaste. De ahí que se decía que eran relojes de "17 rubies". Eran un objeto de lujo solo al alcance de los más pudientes. El pueblo seguía guiándose con las campanadas de la iglesia.

jueves, 5 de junio de 2008

La Guillotina

Joseph Guillotín (Fr. Fines del S. XVIII)
Si bien el nombre del instrumento se debe al Dr. Joseph Ignace Guillotin, y pese a la consideración de muchos de que, por tanto, él fue su inventor.
Si es verdad que la propuesta de su empleo para utilizarla en llevar a cabo las penas de muerte (como máquina de cortar cabezas) fue suya, aunque no así la invención del instrumento.

Porque un aparato similar ya se usaba en Italia desde el s. XV (mannaia, descrita en “El Viaje a Italia” de Labat, publicado en 1730), en Inglaterra (Halifax gibet) y en Escocia (maiden, que se empleaban para ejecutar a los aristócratas o clérigos condenados a muerte). Se empleaba así como un instrumento reservado para casos especiales, en los que por la condición del individuo condenado no se admitía la intervención directa del hacha del verdugo. De los siglos XII y XIII también se tienen indicios, incluso una máquina similar ejecutí a Titus Manlius, en la Antigua Roma.

Su inventor, por tanto, parece ser desconocido.

Como curiosidad, la primera cabeza que rodó inaugurando el instrumento del terror en Francia fue la de Nicolás Jacques Pelletier, convicto de complicidad con un desconocido de haber atacado a media noche en la calle de Bourbon-Villeneuve a un peatón para robarle la cartera que llevaba con 800 libras, golpeándole con un bastón.

El primer gillotinado político fue Luis David Collenot d’Angremont, condenado por su participación en los crímenes del 10 de agosto. Fue decapitado el 21 de agosto de 1792, llevándose en esta ocasión la guillotina a la plaza del Carrousel, escenario del crimen y por ello también el de la expiación. Dos días después, la Commune de París decreta que la guillotina permanezca allí hasta nueva orden y se sigan realizando las siguientes ejecuciones.

martes, 3 de junio de 2008

El alfabeto Morse


Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
A los 27 años conoció a Lucrecia Walker, una bella y culta joven de la que se enamoró. La pareja se casó y siete años después ella murió, dejando desconsolado al artista, quien además tuvo que buscar el sustento para mantener a sus tres hijos. A pesar de ser un genio, no llegó a ganar mucho dinero como pintor y durante esos años malvivía con sus escasos ingresos. En ocasiones, llegaba a pasar días sin comer, en lo que esperaba el pago por algún cuadro o lección de pintura.

Su latente interés por los asuntos de la electricidad se concretó durante el regreso de un viaje por Europa. Cuando estudiaba en Yale aprendió que si se interrumpía un circuito se veía un fulgor y se le ocurrió que esas interrupciones podían llegar a usarse como un medio de comunicación. Esta posibilidad lo obsesionó.

Al llegar a tierra de aquel viaje en 1832 ya había diseñado un incipiente telégrafo y comenzaba a desarrollar la idea de un sistema telegráfico de alambres con un electromagneto incorporado. El 6 de enero de 1833, Morse realiza su primera demostración pública con su telégrafo. A la edad de cuarenta y un años, se internó en la tarea de construir un telégrafo práctico y despertar el interés del público y del gobierno en el aparato para luego ponerlo en marcha. En 1835 apareció el primer modelo telegráfico que desarrolló Morse. Dos años más tarde abandonó la pintura para dedicarse completamente a sus experimentos, lo cual opacaría rotundamente sus méritos como pintor.


Últimos años [editar]
Retrato de Samuel F. B. Morse por Mathew Brady, entre 1855-1865En 1838 había perfeccionado ya su código de señales, que a base de puntos y rayas llegó a conocerse y usarse mundialmente como "Código Morse". Intentó implantar líneas telefónicas primero en Estados Unidos y luego en Europa pero ambos intentos fracasaron. Por fin, Morse consiguió que ante el Congreso de su país se presentara un proyecto de ley para proporcionarle 30.000 dólares designados a construir una línea telegráfica de 60 km de longitud. Varios meses después el proyecto fue aprobado, y la línea se extendería a lo largo de 37 millas entre Baltimore y Boston.

El 24 de mayo de 1844, Morse transmitió el mensaje que se haría tan famoso: "Qué nos ha forjado Dios" "What hath God wrought"(una cita bíblica, Números 23:23 ) desde la Suprema Corte de los EE.UU. En Washington, D.C. a su asistente, Alfred Vail, en Baltimore, Maryland. A pesar de lo notable de su trabajo, Morse debió enfrentarse a la oposición de supersticiosos que culpaban a su invento de todos los males. Además, el invento estaba siendo desarrollado simultáneamente en otros países y por otros científicos, por lo que Morse se vio envuelto en largos litigios para obtener los derechos de su sistema; mismos que le fueron reconocidos en 1854 por la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Con su invento, Morse ganó una gran fortuna con la que compró una extensa propiedad, y en sus últimos años se dedicó a hacer obras filantrópicas, aportando sumas considerables a escuelas como Vassar College y la Universidad de Yale además de otras asociaciones misioneras y de caridad.