Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
La que imprime letras, números y otros signos cuando sus teclas son pulsadas u oprimidas.
En diversos sectores del mundo moderno depende el hombre de esta máquina, que permite escribir con gran rapidez.
El acto de escribir a máquina es, en sí, muy sencillo. La tarea principal es la de aprender de memoria la disposición del teclado.
Las letras están generalmente dispuestas en el teclado en un orden universal.
El papel se inserta en el rodillo o platén, que está situado en un carro que va de derecha a izquierda conforme se hace funcionar el teclado. Un carrete de cinta entintada gira constantemente a través de un angosto espacio enfrente del rodillo. Las palancas de los tipos hacen presión contra dicha cinta para imprimir letras sobre el papel.
Las máquinas de escribir tienen también otros mecanismos para acelerar la escritura y hacerla más exacta. Una palanca de la interlínea está de ordinario montada en el carro. Al ser movida, dicha palanca espacia el papel hacia adelante, a una nueva línea de escritura, y devuelve el carro a la derecha. Hay de ordinario una palanca ajustadora de espacio interlineal, que se puede ajustar o fijar para regular el espacio en blanco entre renglones.
Los marginadores pueden fijarse de modo que las líneas de impresión comiencen exactamente en la misma posición a la izquierda. El marginador para la derecha permite una alineación regular al lado derecho del papel. La tecla de cambio de mayúsculas se emplea para imprimir éstas. Mediante la tecla de cierre de mayúsculas se puede sostener el carro y escribir sólo mayúsculas.
Para proveer espacios entre palabras se pulsa con el pulgar la barra de espacios. En el teclado se encuentra la tecla de retroceso que sirve para que el mecanógrafo pueda hacer retroceder el carro y corregir lo que está ya impreso en una línea. Algunas máquinas llevan un dispositivo para ajustar el teclado al tacto del mecanógrafo.
Evolución de la Máquina de Escribir
Las máquinas de escribir no se generalizaron hasta el siglo XX, aunque la Primera patente para una máquina de esta clase fue concedida alrededor del año 1714. Esta máquina de escribir, que fue inventada por un inglés, no recibió aplicación práctica.
Al principio, las máquinas de escribir se patentaron como mecanismos para ayuda de los ciegos. La patente de la primera máquina de escribir que se registró en los E.U.A, en 1829, correspondió a Guillermo A. Burt. Se llamó tipógrafa, pero ningún modelo suyo sobrevivió.
En 1888 inventó el francés Javier Progin una máquina que utilizaba barras de tipo con una palanca de tecla para cada letra.
Carlos Thurber, un norteamericano, patentó en 1848 una máquina que usaba un juego de barras de tipos situadas alrededor de una rueda de latón. Esta se movía en un eje central, y el tipo entintado golpeaba directamente sobre el papel colocado debajo de la rueda. Su funcionamiento era demasiado lento para que dicha máquina tuviera valor práctico. A. E. Beach, también de los E.U.A., patentó en 1856 una máquina de escribir en la que se empleó por la primera vez las barras de tipo dispuestas en forma de círculo que hacían la impresión sobre un centro común. El año siguiente, S. W. Francis registró una máquina de escribir que utilizaba un teclado semejante al de un piano para actuar las barras de tipo.
La primera máquina de escribir práctica y que se podía fabricar en gran escala fue la obra de tres inventores americanos: Cristóbal L. Sholes, Samuel W. Soule y Carlos Glidden, Sholes, con la ayuda personal y financiera de Santiago Densmore, perfeccionó su máquina de escribir hasta que en 1878 adquirió ésta un valor comercial.
Esta máquina presentaba la mayoría de los principios de la máquina moderna. Usaba un juego de barras de tipo montado en un eje sobre un anillo horizontal, accionadas por palancas conectadas, en turno, por varillas con las palancas del teclado. El papel se insertaba alrededor de un cilindro de caucho y los tipos golpeaban en una cinta entintada para marcar las letras en el papel. Esta máquina tenía carretes reversibles para la cinta, así como un carro movible, que se podía devolver a su lugar al terminar de escribir un renglón. , Un defecto de esta máquina, dotada sólo de letras mayúsculas, era que el cilindro estaba situado en forma tal, que el mecanógrafo no podía ver lo que estaba escribiendo.
Invenciones posteriores aportaron la tecla de cambio de mayúsculas, mediante la cual cada una de las barras podía llevar la letra correspondiente tanto en caracteres mayores colmo en menores. Para usar una u otra bastaba elevar o bajar el cilindro. Francisco Wagner patentó en 1896 la primera máquina de escribir de acción frontal y visible que resultó satisfactoria, pues resolvió las dificultades de funcionamiento que presentaban las anteriores. La introducción de esta máquina estaba destinada a revolucionar por completo la industria de las máquinas de escribir.
viernes, 5 de septiembre de 2008
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