Se exhibieron 38 proyectos en las áreas de ciencias sociales y naturales y tecnología e ingeniería, presentados por los alumnos de la Región IV de Educación. El objetivo de la feria es fomentar la investigación y la mirada crítica de los estudiantes.
Treinta y ocho stands, con decenas de chicos y jóvenes de escuelas públicas y privadas expusieron sus proyectos e inventos en la instancia regional de la Feria de Ciencia y Tecnología de Santa Fe, que comenzó ayer, a pesar del paro, y culminó este mediodía en la escuela Nº 478 Nicolás Avellaneda.
En el encuentro, organizado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Ministerio de Educación, los alumnos pertenecientes a las escuelas de la Región IV de Educación expusieron las investigaciones y desarrollos en las áreas de ciencias naturales, sociales y de tecnología e ingeniería.
"La feria tiene por objetivo fomentar la investigación en los alumnos, que aprendan a observar el entorno y a realizar un análisis crítico y reflexivo de la situación, para elaborar luego una respuesta. Se busca que ellos planteen una situación problemática, y en base a eso busquen soluciones a partir de la investigación", explicó Andrea González, coordinadora de la Feria Regional.
La originalidad y creatividad de la investigación o desarrollo tecnológico, el planteo de la problemática, el armado del stand y el desenvolvimiento de los jóvenes expositores son los puntos claves que tendrán en cuenta los evaluadores a la hora de calificarlos. El jurado está integrado por 25 docentes de las comisiones de ciencias naturales, ciencias sociales y tecnología e ingeniería y por especialistas de áreas específicas.
Los ocho mejores proyectos pasarán a la final provincial que se realizará en Reconquista entre el 7 y 10 de octubre y los que ganen esta instancia obtendrán el pase a la final nacional, que se realizará en noviembre en Puerto Madryn.
En la feria que se desarrolló en la escuela Avellaneda participaron chicos desde sexto grado y, por primera vez en la instancia regional, asistieron adultos de establecimientos de formación laboral.
Casa inteligente
¿El chat es el único culpable de que los alumnos tengan problemas en la lectoescritura, la comprensión de texto y la comunicación cotidiana? ¿Por qué hay tanta gente que necesita órganos y hay tan pocos que donan? ¿Cuál es el impacto de la contaminación auditiva? ¿Cómo se tratan los residuos patológicos en los hospitales? Éstos y otros interrogantes motivaron a decenas de estudiantes a realizar encuestas, indagar en libros y pensar alternativas para concientizar a la población.
El stand de la escuela técnica 277, de San Justo, llamó la atención a más de uno. Muchos circuitos interconectados, lámparas, la reproducción en miniatura de un portón eléctrico y una persiana y un software especial fueron los elementos que utilizó el grupo de inventores para explicar su trabajo. "Lo que hicimos es automatizar las acciones cotidianas de una vivienda a través de microcontroladores programables", explicó Agustín Pretto, uno de los integrantes del equipo.
El sistema que desarrollaron permite programar la apertura o cierre de las persianas y el portón de ingreso, el riego y el encendido de las luces y la radio en forma automática. Además, está pensado para que la familia pueda irse de vacaciones tranquila y simular que hay gente en la casa. "Te vas de viaje y a ciertos horarios se activa la radio, se levantan las persianas y se prenden las luces para que crean que hay gente adentro", explicó el joven.
Agua y movilidad
Los adultos del Cecla Nº 6601 diseñaron una bicicleta eléctrica, preocupados por la dificultad que tienen algunos compañeros del centro de formación laboral para trasladarse. "Lo más importante de este proyecto es que se hizo para una persona que tiene dificultad para pedalear o un problema de movimiento, y además es económica y ecológica", explicó Jaime Jacobo, uno de los creadores.
Funciona con un sistema de encendido que se encuentra al costado del manubrio y con una batería de 12 volts. "La velocidad estimada es de 6 ó 7 km/hora, como el de la bici normal, y el rendimiento de la batería es de tres horas de uso", comentó.
Los alumnos de la escuela Nº 318, de Díaz, pensaron en un proyecto útil para su comunidad. "En nuestro pueblo el agua potable es muy cara. Por eso diseñamos este dispositivo para tener una alternativa que puede usarse para la limpieza del hogar", explicó Ignacio Insaurralde. Dos tanques, piedras, arenas, una membrana semipermeable y un sistema de cloración permite a los alumnos purificar el agua de lluvia que se obtiene de la canaleta de los techos
viernes, 29 de agosto de 2008
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